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Ya les conté que mi psiquiatra es un tanto especial. Bastante diferente a los ortodoxos que no se separan del librito (de recetas). No por eso, deja de ser brillante, y consigue adelantos notables a corto plazo.
 

Una vez un matrimonio pidió ser atendidos juntos. Mi psiquiatra nunca estuvo de acuerdo con aglomeraciones, pero....como era un casal de mucho dinero (y ella era una escultural mujer) aceptó a regañadientes.

-Siéntense por ahí y me cuentan, dijo el analista.
-Bueno, dijo el marido, estamos pasando por una etapa de continuos conflictos y...
-Pero también tú...¿como vas a tratar mal tu esposa?. ¿No sabes que a mujer y caballo nuevo, no se le clavan las espuelas?
–Yo no le clavé espuela ninguna....verdad amorcito???
-A mi no me hables, respondió ella.
-Loparió ché. Tu mujer está más nerviosa que gato en día de limpieza general.
-Es que ella está con problemas de carencia afectiva...
-Mmmmmmmm...en mis tolderías, carencia afectiva es falta de hombre!!
-Nosotros estamos atravesando una crisis de relacionamiento, por eso ella está buscando experiencias extraconyugales.
-El queeee??? ¿Y a ti no te preocupa que ella esté repartiendo para todo el mundo como moto-boy de pizzería?
-Nosotros somos personas modernas. Ella lo que está intentando, es encontrar su verdadero YO...entiende?
-¿Ella está buscando el verdadero TU, en los otros?
-El verdadero YO, no. El verdadero YO de ELLA.
-Pahhh...esto está quedando demasiado entreverado. Vamos a solucionar el problema rapidito. Te acuestas en el diván.
-Yo?
-Ella. Tu espera en la salita.

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