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Ayer estaba caminando por el centro, cuando dos bólidos pasaron por mi frente como carros de fórmula 1.
En la pole position, un negrito flaquito de unos 15 o 16 años, que le había robado el celular a un transeúnte.
En la segunda posición...Un policía.

Como si fuera el hombre araña o superman, el policía voló y lo tiró al suelo, y en menos de un segundo, ya le dio como 5 palos.

Negrito en el suelo y bota policial en el pescuezo, a la espera de refuerzos.
Malandro experto y conocedor de sus derechos de menor, el negrito gritaba:

-Para ahí porra! Para ahí, caralho. Me estás ahorcando!!!!

El policía parecia sordo

-Para ahí policial...Dios te está viendo...!!!

El policía debía ser un ateo diplomado, porque seguía apretando.
El negrito tomo aire como pudo y grito:

-Dios....Mata él por mi!!!

Joder!...me dio una cosa...Estaba frente a un profeta. Me pareció Jehová cuando joven. Que lindo es ver tanta fe, aun en momentos aciagos...!!!

El policía aflojó un poco la presión.
Viendo que no llegaba un rayo para fulminarlo....Continuó apretando.

Ven? Estas cosas son las que traen mal al mundo.
La falta de fe en la Ira Divina!

Dos o tres horas después, llegó flor de tormenta con rayos y todo.

Pero era tarde.

El negrito ya estaba preso en la comisaría, a la espera de ser trasladado a la cárcel de menores, donde 3 o 4 días después se fugará.

Vieron?

Dios aprieta, pero no ahorca.

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