terça-feira, 3 de janeiro de 2012

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Viajamos 5 amigas a pasar el final de año en N.Y.
La estamos pasando de novela, y hasta pospusimos la fecha de retorno un par de días.
Hacía unos años con mis hermanas viejas habíamos estado,  así que más o menos sabía lo que había que hacer, para estar cerca de donde se producirían “lo mejor de la noche”.
El programa era almorzar en Time Square, y ya instalarnos en un lugar cerquita de donde estaría “la movida” como dicen los latinos de aquí.

Mujeres…mujeres…Nada de lo planeado hicimos. Demañana compras, almorzamos en un restaurante recomendado por el cretino del marido de mi amiga (carísimo, unos platitos que no alimentaban un pajarito, y a cada reverencia de los mozos…PLIN, aumentaba el ticket). Resumiendo: salimos con hambre, pobres, y como el frío ya comenzaba a apretar, nos volvimos al hotel.

La TV decía que no nevaría,  sumado a lo calentitas que estabamos en el hotel , no nos pertrechamos mucho y a la 20 horas…(si..recién a las 8 de la noche), arrancamos palafiesta. Después de pasar por dos revistas de policías (detectores de armas y explosivos y revisar carteras y mochilas) llegamos.
¿Llegamos?
¿Adónde?

Estábamos tan lejos que no veíamos nada!!!
Dicen que Lady Gaga animó la fiesta, dicen que le dio un “piquito” al Alcalde, dicen que estaba Pitbull y Diego Torres, dicen que el globo… Tantas veces le dije yeguas inútiles a mis amigas por no hacerme caso, que creo que lo tomaron a mal jajajajajj.

Resumiendo: No vimos nada, nos defecamos de frío, y tuvimos que volver al hotel caminando, porque ni bicicletas había para que nos llevara. Recién al día siguiente fue que vimos todo en las noticias. Que rabia, no?

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Cambiando de tema  pero sin cambiarlo, les cuento que de las cinco que viajamos, cuatro no pagamos pasaje. La que pagó, está bien casada (léase: con un cabrón, pero con mucho dinero jajajaj). Así que nuestros gastos son hotel (ni muy-muy, ni tan-tan) y la comida. Los precios solo un poquitín más caros que Rio de Janeiro. ¡Si estará caro mi toldería!
Las cuatro teníamos millas acumuladas en la compañía aérea, y solo tuvimos que pagar la tasa de embarque en el aeropuerto.  Mientras almorzábamos, salió justamente el tema sobre quién es realmente el dueño de las millas.
Si bien están a nuestro nombre, los tickets que permitiron acumularlas, fueron pagas por las empresas donde trabajamos cada una. Lo mismo sucede con los sorteos, premios y otras yerbas qie dan las compañías de móviles. Si no soy yo quien paga la cuenta todos los meses, ¿tendría derecho a cobrar un premio y quedármelo?
Otro día les cuento que fue lo que decidió la justicia, en el caso de un premio (un Mercedes Benz!) ganado por una empleada doméstica.

El 5 de Enero regresamos, paso Reis en casa, y luego a empujar la carretilla hasta las vacaciones de invierno.

Besos a los que me quieren.

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