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No gustar de Navidad, es como no gustar de los Beattles o Pablo Neruda:

Inconcebible.

Sin embargo hay muchas personas que no les agradan esta fecha. Es tan bueno conmemorar el aniversario de Jesús!

No importa que ud. sea ateo, agnóstico, judío, o lo que sea. Estamos hablando de Jesús, y él era un tipo genial! Independiente de la existencia o no de Dios.

Hay mucha discusión sobre el Jesús histórico. Si existió o no. Se citan textos antiguos como pruebas de que si era real. Otros las contradicen, porque opinan que las evidencias son pocas, tardías, o que con el tiempo podrían haber sido adulteradas.

Y yo les pregunto: ¿Y qué importancia tiene eso?

Nunca hice grandes distinciones entre personas reales y personajes literarios. Y Jesús en el caso de que no haya existido de hecho, no por eso deja de ser un tremendo personaje. Tal vez el personaje más famoso de todos.

El Sermón de la Montaña (“Bien-aventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados), o el Padre nuestro (“Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos nuestros deudores”), o la oración por los discípulos (“Uds. son mis amigos. No hay amor mayor que este: dar la vida por sus amigos”) o el episodio de la mujer adúltera (“Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”) o todas las parábolas que decía, son suficientes para admirar este personaje. Sea él ficticio o no.

Ni que hablar del sentido de humor que tenía, poniéndoles sobrenombre a sus discípulos, asustándolos cuando caminó sobre las aguas, o cuando después de resucitar, llamó a Herodes de “aquel viejo zorro”.

Navidad es eso: la celebración del nacimiento de Jesús.

Ud. puede tener problemas familiares que se acentúan en la cena navideña. Cosas tristes pueden haber pasado en años anteriores. Ud. puede lamentar el consumismo feroz que envuelve esta fecha. Los niños pobres de África que no reciben regalo ninguno, o lo decadente de los programas televisivos en estas épocas natalinas.

Yo les recomendaría que igual se alegraran.

Solo de pensar que pueda existir alguien parecido a Jesús entre nosotros, le da un poco de esperanzas a la humanidad. Nadie le va a pedir al Mesías contemporáneo que multiplique las hamburguesas, ni resucite al último Papa. Solo alguien que piense un poco menos en si mismo, y mucho en los demás. Eso ya lo transformaría en todo un milagro!

Feliz Navidad para todos.

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