domingo, 11 de dezembro de 2011

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Les confieso que ando preocupada con la salud de Papá Noel. Está tan viejito, con esa barba tan blanca, y muy pasado de peso.
No se si estará en condiciones físicas de iniciar esa increíble maratón el próximo 24 de Diciembre. Y me preocupa mismo, ya que tengo grandes esperanzas depositadas en que me deje el presente que quiero.

Calculadora en mano, comencé a hacer un cálculo aproximado de la gran proeza que le espera, visitando los niños de todo el planeta (y yo).
Existen casi dos billones de niños en el mundo, pero el viejito no visita niños judíos, musulmanes, budistas y de algunas otras religiones, por lo que el trabajo cae a un 18% del total, o sea 370 millones.

Si calculamos que el promedio debe andar en 3 niños por domicilio, el viejito tendrá que visitar 108 millones de hogares, siempre y cuando por lo menos uno de los tres, se haya portado bien.

Sigamos.

Papá Noel tiene cerca de 31 horas para trabajar gracias a la diferencia del huso horario, y la rotación de la tierra. Considerando que él viaje del Este para el Oeste, eso daría 977 visitas por segundo, lo que equivale a que para cada casa cristiana, Papá Noel tiene más o menos un millonésimo de segundo para estacionar el trineo, bajar por la chimenea, colocar los presentes en el pino o las medias, comer alguna cosita que siempre le dejan, mandarse un ho,ho,ho, volver a subir por la chimenea, montarse al trineo, y salir para la próxima casa. Todo eso sin contar que va a tener que hacer pichí en algún momento.

Considerando que cada uno de los 108 millones de hogares estuvieran distribuidos uniformemente por el mundo, entre una y otra, habría una distancia de 1 kilómetro y 150 metros. Es decir, estamos hablando de un viaje de 121 millones de kilómetros, que para cubrirlos en 31 horas, va a tener que viajar a una velocidad de 1046 km. por segundo, lo que equivale a 3 mil veces la velocidad del sonido.  

Bueno, me cansé de hacer cuentas.

Todos estos puede tener alguna utilidad. Si llegada la Noche Buena usted está apretado de dinero, perfectamente se lo puede explicar a sus hijos del porqué se quedaron sin presentes. El viejito no es Mandrake, y bien que se le pudo haber llegado el amanecer, sin conseguir entregar todo.
Recompénselos el 6 de Enero. Melchor, Gaspar y Baltasar van a tener que recorrer en camello el mismo periplo, pero como son magos…

PD:
Este post es producto de estar desvelada. 
Prometo no volver a escribir después de la media noche.

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Um comentário:

Anônimo disse...

Creo que te equivocastes en la cuenta de la velocidad del sonido.

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