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¿Sabían que es más fácil hacer llorar que reír?

Cualquier culebrón televisivo, nos puede arrancar fácilmente unas lágrimas. Creo que se debe a que a diario, somos sometidos a presiones y tensiones estresantes, que nos ponen más vulnerables.
 

De jovencita siempre que salía con un aspirante a ganarse el corazoncito de esta tremenda mujeraza que soy (y modesta) les hacía el siguiente test: Como quien no quiere la cosa, le decía que me contara un par de chistes. Como no podría convivir con una persona que ni pidiéndole consiga hacerme sonreír, ya de entrada les hacía la cruz. Yo no quiero un payaso como novio, pero les huyo a los amargados.
Creo que era Séneca que decía que era más fácil no iniciar, que terminar.

Hay veces que mis escritos causan hilaridad. No es que yo sea una buena humorista. Son los que se ríen los que tienen buen humor.

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