segunda-feira, 10 de dezembro de 2012

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 Eso de tener dificultad para leer letritas chicas, me preocupó bastante. El jueves por la tarde me fui a una clínica, para ser atendida por el oftalmólogo y cuando llegué, la sala de espera estaba con bastantes pacientes.
La atmósfera en la salita era rara, pesada, cargada. Nadie hablaba, las personas estaban tristes, cabizbajas, deprimidas. Extremadamente preocupadas.
 

Muy bajo astral, si Señor.
 

Los pocos que me miraron lo hicieron con un aire compungido. Yo no entendía nada.
¿Será que se viene el fin del mundo y yo no lo estaba sabiendo?
¿Tantas caras largas por temor -de como máximo- tener que salir a comprar unos lentes?
 

No demoré mucho para ser atendida.
El médico abrió la puerta del consultorio y llamó al siguiente.
Otro más con cara de funebrero, pensé
 

-Primera consulta?
-Si.
-Vino sola?

Simplemente balanceé la cabeza afirmativamente. (Loparió cuanta formalidad, acaso es necesario venir acompañada al oculista? Todavía no estoy ciega...!!!)
-Cuales son los síntomas?
Le expliqué lo de las letritas, que se me irritan los ojos cuando paso mucho tiempo frente al monitor...
A todo esto, el médico no hacía nada para evitar su sonrisa.
 

-Sra. Ud. se equivocó de sala. El Oftalmólogo es en la sala de enfrente. Yo soy Oncólogo. Cirujano Oncólogo.
 

Las palabras quedaron resonando en mis oídos...Oncólogo...Oncólogo...Cáncer!!! Pero qué estoy haciendo aquí?
(Les juro que la secretaria en el frente me dijo: segundo consultorio a la izquierda y no a la derecha!)
Recién ahí es que cayó la ficha.
¿Para qué una camilla en el consultorio de un oculista? ¿Y dónde estaba ese aparatote esdrújulo, que usan para los exámenes ópticos?
Comencé a entender la atmósfera pesada en la sala de espera, la mirada compungida de la secretaria, el preguntarme también si había venido sola.
Ese cartel sobre el cáncer de garganta y boca en los fumadores...
 

Qué vergüenza! Qué despistada!
 

Disimulando, salí del consultorio, esperé unos minutitos... y entré en el consultorio de enfrente.

Después de la consulta (ahora si) con el oftalmólogo, me senté afuera, en los escalones a la entrada del predio y comencé a reírme sola.
Las personas que me miraban no entendían.
Yo si entendía.
Estaba feliz....
Solo tengo miopía. Y eso es bueno. Muy bueno! Comparando...


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Um comentário:

Anônimo disse...

¿Cuál es la diferencia entre un grupo de adolescentes y un grupo de cuarentones?

¡La distancia a la que miran el móvil!

Te acercas peligrosamente a la zona de NO-RETORNO.

Fdo.


Ignorito


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