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-Tu siempre con esa cara de amargada, es que no tienes otra? Me tienes podrido.
-Y tu también, ordinario. Ya ni se puede hablar contigo.
-Es que te pasas quejando. De qué quieres hablar?
-Es que para mí nunca tienes tiempo. Hace meses y meses que no salimos a ningún lado.
-Y a donde quieres ir? No ves la inseguridad que hay? Quieres que nos asalten o nos maten?
-Pero es que esto no es vida. De casa al trabajo y del trabajo a casa.
-Es lo que hacen todas la s parejas normales. Que quieres inventar?
-No se, antes eras diferente. Por lo menos el final de semana...
-Y ya comenzó de nuevo la misma canción! Antes de casarnos ya sabías que los finales de semana me gusta ir al estadio y reunirme con mis amigos.
-Pero algún sábado salíamos a bailar, a cenar.
-Ya viste lo apretado que estamos, Trabajamos los dos y no alcanza. Te hubieras casado con un rico.
-Pero yo te quiero a ti, no a otro.
-Sírveme el café que se me hace tarde.


En la parada del ómnibus, ella está con ganas de llorar.
Segurito que va a llegar al trabajo con los ojos hinchados y el rimel corrido.
Ve pasar a Jorge en su carro. Un antiguo novio.
Y el ómnibus que no viene...!
Pasan unos minutos y Jorge después de dar la vuelta a la manzana, entre para el auto y la llama.

-Puedo llevarte a algún lado?

Ella duda en subir. Pero lo hace.

-A dónde quieres que te lleve?
-Donde tú quieras...Si quieres.

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