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Cada día que pasa abrir su propio negocio, está dejando de ser una alternativa para pocos; y transformándose en una necesidad para muchos. Por un motivo muy simple:

No hay empleos suficientes para todos.
 
Personas con su diploma debajo del brazo, y desempeñando tareas nada afines con lo que le dedicaron tanto esfuerzo, dinero y tiempo.

No se como andan las estadísticas en el mundo, pero por estas tolderías, para cada 10 jóvenes bien preparados, solo hay 3 puestos.
Es esto en la mayoría de los casos, que decide a muchos a abrirse camino por cuenta propia.

Es verdad que todavía hay muchas barreras, para quien quiere abrir su propia empresa.
La principal de ellas, es la dificultad de conseguir un financiamiento. Las exigencias son muchísimas.
La segunda es la burocracia. Lo que en el extranjero lleva días abrir una empresa días....aquí lleva meses.
Y la tercera son los impuestos leoninos.

Hay una cuarta dificultad, pero es psicológica: Existe una estadística que dice que de 10 pequeñas empresas abiertas, solo 5 llegar a vivir 3 años.
Todo el mundo se asusta con ese riesgo, pero pocos se preguntan como son esas estadísticas en Europa o en los E. Unidos.
La respuesta es: Mas o menos la misma cosa que en nuestros países latinoamericanos.

Allá afuera, las personas encuentran menos trabas burocráticas para abrir una empresa. Pagan menos impuestos, cuentan con apoyo del estado, pagan intereses más camaradas, pero...mitad de las empresas también quiebran. Así mismo.

De cualquier manera, tanto allá como aquí hay 50% de chances de acertar o de errar, lo que continúa siendo un número bastante aceptable.
A medida que el tiempo va pasando, los jóvenes (y no tanto) se van convenciendo de que tendrán que trabajar para si mismos, porque no habrá lugar donde trabajar para los otros.

Esos jóvenes, los nuevos emprendedores, son el verdadero futuro del país.
Ni uno de los países más poderosos del mundo, quedó rico porque formó buenos empleados.

Esos países solo quedaron ricos, porque formaron Grandes Emprendedores.

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