quarta-feira, 25 de janeiro de 2012

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 Estaba leyendo un artículo, en el que se pedía no comer nada que haya sufrido al morir.
Muy interesante.
Nos muestra el stress de la vaca a la hora de faenarla, el pez asfixiándose, los pollos, los chanchitos, en fin...
Conmovedor hasta las lágrimas. Snif, snif, snif. 

Ahora yo me pregunto: los vegetales, al ser arrancados, desenterrados, abortados de su madre tierra, cortados, lacerados...no sufren también?

Uno ve los pobrecitos irse arrugando de a poquito, sufriendo el paso del tiempo, alejados del tallo materno, desnutriéndose y deshidratándose, ante la impávida mirada de los consumidores.
Algunos cortados al medio y exhibidos en supermercados, mostrando sus entrañas, aún con vida... ,

Ahhh... qué maldad!!!

¿Y si alguien inventara un aparatito que nos permitiera escuchar sus alaridos?
Imaginan los gritos de un árbol a cada hachazo? Ayyyyyy...ayyyyyy....ayyyyyyyyy

La pobrecita zanahoria arrancada por los pelos de su hábitat. Atacada por agua hirviendo, cortada en trozos como obra de un descuartizador, o peor aun... RALLADA!!!!

Lo que debe sufrir pobechita!!!


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Yo me pregunto:

Al paso que vamos, con este versito de lo ecológico y políticamente correcto. ¿A dónde quieren llevarnos? No será que ya se esta entrando en el campo de lo burlesco?
¿No será mejor encausar esos sentimientos “proteccionistas” a nuestros propios congéneres, que bien abandonados los tenemos?

Paralelamente con esa semana de no comer animales, voy a proponer que tampoco se ingieran vegetales sufrientes jajajajajaj



Por escribir estas cosas, es que nadie me quiere.
Pero es que alguien tiene que decirlas...!!!  


P.D.: Perdón. Alguien sabe si las piedras y los tornillos tendrán buen sabor?
Porque al paso que vamos...


...

 

2 comentários:

Anônimo disse...

jajajajaja...Mira que eres graciosa...¡Si no fuera porque además eres venenosa, te recomendaba a un par de amigos que tengo solterones y vegetarianos...
Una vez, me invitaron a la presentación de unos productos ecológicos en un hotel de mi pueblo. Ante la perspectiva de que acudieran vegetarianos normales, ovo lacto vegetarianos, lacto vegetarianos, ovo vegetarianos, veganos (no me preguntes) y gente normal, habían dispuesto varios tipos de menús para el ágape. La verdad es que el menú vegetariano tenía una pinta asquerosa, con todo tipo de sojas y quesos vegetales....(puaggg)
En el menú normal, había jamón del bueno, marisquito, y otras lindezas gastronómicas con muy buena pinta....Como los normales éramos pocos, pensamos que nos pondríamos enfermos de comer jamón...


¡¡¡Coño con los vegetarianos!!! No te puedes hacer una idea de cómo comen jamón a dos carrillos y a la velocidad que pelan las gambas....
Al final el tofu, las algas y las albóndigas vegetales no se las comió ni el gato...

¡¡¡No somos nada.!!!


Me ha parecido muy bueno lo que has escrito. Ser tan políticamente incorrecta te va a acarrear muchos enemigos...


um beijo.

zampa

Irisada disse...

Me encanta la ironía con la que abordas lo políticamente correcto.
Yo me considero animalista, y de hecho colaboro con la causa, pero me cuesta muchas discusiones con algún que otro más-animalista-que-yo, pues no entienden que yo esté a favor de comer carne (con la aplicación rigurosa de una normativa de sacrificio que garantice el mínimo sufrimiento, claro), y con algunos no-animalistas que me echan en cara que me guste el jamón si soy animalista de verdad. En fin, que es difícil contentar a todos, por lo que he optado por contentarme a mi misma y a mis principios. Además, solamente puedo asimilar la vitamina A de origen animal, así que, puesta a elegir entre animal (el que como) y animal (mi persona), me inclino por salvarme yo misma, que soy más importante. Por cierto, hace poco leí que las plantas también sufrían. No sé si existirá Dios, pero cuando pase el arco iris, si me lo encuentro, tengo unas cuantas preguntas que hacerle sobre la idea de tener que matar para vivir.

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