sábado, 3 de dezembro de 2011

.



Dos niñas que no tenían ni 12 años en mi frente, en la cola del cine, hablando bastante alto.

-Y entonces......te está gustando?
-Adorando!
-Mismo?
-Ay si... es tan dulce, conversa conmigo, hace todo a su tiempo, con tanto cuidado.
-Me alegro. Mire que insistí para que lo hicieras.
-SI. Y te quedo tan agradecida! Me dice que si me comienza a doler le avise que él para. ¿No es tierno?
-Yo en eso soy diferente. Prefiero más que no hable y que acabe rápido. No me gustan las conversaciones en esos momentos. Y mucho menos cuando uno está con esa cosa en la boca, que no se consigue ni responder.

La mujer de la boletería, levanta la mirada con cara de pavor.

-Pero a mi me gusta que sea así de dulce.
-Ah no... con migo tiene que ser pímbate – púfate. Y además ese negocio de doler. tiene que ser así mismo. Tiene que doler. Nadie se va a morir por un dolorcito

El acomodador sonríe tímidamente, tapándose la boca con la linterna.

-Dolorcito para ti que estás acostumbrada. Yo tengo terror a sentir dolor.

A mí el diálogo no me molesta, mi sobrinito tiene 6 años y ni está escuchando la conversa. Todos fingen seriedad. Una Señora manda su hijo adolescente a los berridos a comprar palomitas de maíz. 

-Pero mami, ya compramos 2 bolsas. 
-Entonces vete y compra cualquier otra cosa, helados, refresco, una bicicleta...cualquier cosa!!!!

-Tu eres bastante cobarde, qué vergüenza! Comenta la más grandecita.

-Soy si. Si hay una cosa a la que siempre le tuve miedo, es al Dentista.

.

Um comentário:

Anônimo disse...

Morbosa como siempre kakakakakaka

J.M.

Seguidores