Costumbres de pobres.
Cubre sofá.
Llega el transporte de la mueblería.
Doña Josefina toda alegre convida con café, a los que trabajosamente subieron 5 pisos el juego de sofás.
-Pongan el grande aquí, y los dos chicos allá...
Los pobres empleados que tuvieron que cargarlos por la escalera, porque Josefina se olvidó avisar que era un predio de apartamentos, y por eso no trajeron cuerdas para entrarlo por la ventana, entrecruzan miradas...
-Ahí está bien...pero no lo bajen todavía... aseguren un poquito más...
Corriendo de aquí para allá alrededor del sofá como si bailara la danza del fuego, los cubre con el famoso “cubre sofá”
-Ahora si pueden bajarlo...con cuidado, eh?
Con una sonrisa tímida y como buscando aliados agrega:
-Así también quedan lindos...y es para que no se gasten.
Hasta el día de hoy me pregunto: Qué es gastar un sofá?
La mayoría de los maridos que poca bola dan a esas cosas, después de años -y por casualidad-, descubren que debajo de ese horrible paño color cotorra, había un hermoso sofá!
Llega el transporte de la mueblería.
Doña Josefina toda alegre convida con café, a los que trabajosamente subieron 5 pisos el juego de sofás.
-Pongan el grande aquí, y los dos chicos allá...
Los pobres empleados que tuvieron que cargarlos por la escalera, porque Josefina se olvidó avisar que era un predio de apartamentos, y por eso no trajeron cuerdas para entrarlo por la ventana, entrecruzan miradas...
-Ahí está bien...pero no lo bajen todavía... aseguren un poquito más...
Corriendo de aquí para allá alrededor del sofá como si bailara la danza del fuego, los cubre con el famoso “cubre sofá”
-Ahora si pueden bajarlo...con cuidado, eh?
Con una sonrisa tímida y como buscando aliados agrega:
-Así también quedan lindos...y es para que no se gasten.
Hasta el día de hoy me pregunto: Qué es gastar un sofá?
La mayoría de los maridos que poca bola dan a esas cosas, después de años -y por casualidad-, descubren que debajo de ese horrible paño color cotorra, había un hermoso sofá!
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