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El Pastor Evangélico africano Franck Kabele, a sus 35 añotes, pensó que caminar sobre el agua era pan comido -o pan multiplicado, si le seguimos la corriente-.
El Pastor les dijo a las ingenuas ovejas de su rebaño, que tuvo una revelación: que si tenía la fe suficiente, podría caminar sobre el agua, tal y como hizo Jesús casi dos mil años atrás.

Una oveja le debió haber creído y, siendo ovejas todas, las demás también creyeron (el afán de creer en la verdad, lleva a muchas mentiras). Así que el pastor hizo sonar su campanita..TILÍN TILÓN... y le siguieron hasta la costa de Libreville, Gabón, para ver la gran proeza.
 

Si la fe mueve montañas (que son mucho más pesadas), qué no podrá hacer con un simple pedacito de carne de Pastor. El buen hombre se metió al agua hasta que lo cubrió completamente... para ya no salir más.

Hay que darle puntos adicionales al pastor porque: o no sabía nadar y aún así lo intentó, o porque pudo más el orgullo, y prefirió la muerte.
 

Ambas posibilidades muy loables.


(Noticia publicada en el World Net Daily) .

 

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