.

Con seguridad ya les debe haber sucedido igual. Ir tranquilamente caminando cuando...
 
-Hoooola...te acuerdas de mi?
 
Para nada me acuerdo de él. Procuro frenéticamente en todos mis archivos almacenados en mi HD y no encuentro nada! Y lo tengo parado en mi frente, sonriendo, los ojos iluminados, anticipando mi respuesta.
En estos casos, hay tres caminos a seguir:
Uno. El sincero. El corto y casi grosero: responder con un simple NO. Yo no me acuerdo de él y no tengo por que esconder eso.
Otro camino, menos honesto pero razonable, es el disimular. Por ejemplo decir: No me digas que tu eres....tu eres... Ese “no me digas” es un apelo a su piedad, que traducido quiere decir: dime...dime quien eres por favorrrrrr.
Y hay un tercer camino, que es el menos racional y recomendable. El que lleva con seguridad a la tragedia y a la vergüenza. Lógicamente que es el que yo siempre elijo:
 
-Pero lógico que me acuerdo de ti!!!
 
Es que uno no quiere machucar esa persona. Decirle que pasó por nuestra vida sin dejar el más mínimo recuerdo. Ya después de dicha esa frase, no hay como recular. Ya salté en el abismo. Que sea lo que Dios quiera...!!! Y como si fuera poco, todavía agrego:
 
-Cuanto tiempo sin vernos...
 
Ahora todo queda en manos de él. Si él fuera un canalla, diría: Entonces dime cómo me llamo?. En esta situación, la única salida que queda, es imitar un ataque cardíaco, y esperar fingidamente desmayada la llegada de la ambulancia. Pero por suerte él es misericordioso y solo dijo:
 
-Es verdad, cuanto tiempo....
 
Con esto, me dio tiempo a pesquisar mejor las fichas de la memoria. Pero quién pucha madre es este tipo? Desempolvo viejos cajones, saco telas de araña a viejos archivos y nada! Necesito más tiempo, por eso sigo con frases ambiguas:
 
-Y como te ha tratado la vida?
-Bien, bien por suerte. Pensé que no me reconocerías
-Pero que es eso, por favor !!!
-Es que las personas cambian. Algunas no quieren ni saludarte. En fin...
-Nunca haría algo así contigo.
 
Se parece con Álvaro, pero no creo. Debe estar más viejo. Ahhhh... creo que ya lo tengo!!! ¿Será Fernando el hijo del mecánico del antiguo barrio?. Siiiii...creo que es Fernando..!!! Por suerte él rompe estos pequeños e incómodos silencios

-Es increíble como se pierde el contacto con los amigos, no? Esta vida tan rápida...
-Grande verdad.
 
Hago una tentativa. Un lance arriesgado, pero que en estos momentos es válido:
 
-Te has encontrado con alguien de la vieja “patota”?
-Solo con Gerardo.
-Grande Gerardo!
 
¿Y quién es Gerardo? Por lo menos ahora tengo otro nombre para buscar...Gerardo..Gerardo... En nada aclara el panorama. Joder!
 
-Te acuerdas de Totín? Me pregunta ya en la confianza de viejos camaradas.
-Cómo me voy a olvidar de Totín!!!
-Con él también nos encontramos algunas veces, en el Club de Tiro.
-Grande Totín!
 
Totín..Club de Tiro..No conozco ningún Totín y tampoco asistí nunca a un club de tiro. Es inútil. Las pistas no me están ayudando en nada. Pero sigo pensando que puede ser Fernando. Un lance desesperado. El último antes de apelar para el infarto...
 
-Fernando...
-Quién?
 
No... no es Fernando. Bueno, por lo menos eso está claro.
 
-¿No había un Fernando en nuestra barra de amigos? (trato de arreglarla).
-No que yo me acuerde.
-Debo estar confundida.  

Él se queda en silencio...Me doy cuenta que estoy a punto de ser desenmascarada.
 
-¿Sabías que Rita se casó? Me pregunta. Por suerte continúa sin darse cuenta.
-Nooooooooooo...!!!
-Si.
-Y con quién?
-Creo que tu no lo conociste. Con Luis.
 
A esta altura, ya abandoné todos los escrúpulos. Al diablo con la cautela. Ya que la vergüenza es inevitable, que sea total, arrasadora. Sin darme cuenta, yo estaba tomando una especie de euforia terminal. El delirio del abismo. Ya que se fue el balde, que se vaya la cadena también!
 
-Claro que lo conocía. Grande Luis!!!
-Pues se casaron...
 
Ahora es mi chance. Mi salida. No hay mejor defensa que un buen ataque. Ándale, ándale...ándale...
 
-Y no me avisaron nada?
-Bueno, este...
-Ah noooo, todas estas cosas pasando, Rita casándose con Luisito y nadie me participa nada?
-Es que nosotros perdimos contacto, y...
-Pero mi nombre está en la lista telefónica. Me podían haber mandado un convite!!!
-Es verdad...
-Y tu todavía dudando si me acordaba de ti... Ustedes fueron los que se olvidaron de mi!!!
-Disculpa Susana, es que...
-Lo que me debo haber perdido!!!
-Estuvo bueno el casamiento.
 
El me llamó de Susana...Pero si yo no me llamo Susana! Fue él el que me confundió con otra! El también no tiene la más puta mínima idea de con quién está hablando...Hay que aprovechar que está a la defensiva, mirar el reloj y acabar con esto.
 
-Bueno, me tengo que ir. Fue muy bueno encontrarte de nuevo. Estás óptimo!
-Ok Susana, tu también te ves bien. Y disculpa, si?
-Faltaba más. Necesitamos encontrarnos más seguido, ok? Y le mandas mis abrazos para Rita y Carlitos.
-Luisito.
-Luisito si...disculpa..
-Serán dados...serán dados. Chau.
 
Me juré que es la última vez que hago esto. En la próxima que alguien vuelva a preguntarme: ¿Te acuerdas de mi? No respondo ni si... ni no...
Simplemente salgo corriendo.

(casi, casi Verissimo).

.
.

.

Anônimo disse...

"Mujer rara, muy rara..."

Me pareció gracioso este comentario.
Rara no. Tal vez un poco fuera del molde jajajaj

Gracias por el comentario.

.

.

-

 Cuando vivía en Río, estaba bien actualizada del "idioma" juvenil.  Mis sobrinos eran fuente inagotable de expresiones nuevas, modismos, tecnicismos, algunas cómicas, otras groseras.

Aquí no tengo mucho contacto con adolescentes, pero algo se aprende.

Lo importante es no perder rueda, y tratar de estar siempre más o menos actualizada para entenderles su dialecto.

Mi mamá no lo hace.

-Hola mami, te gustaron las fotos que te mandé?

_Si...pero y esos tatuajes?

-Que nada! Mi amiga los hizo con el Photoshop.

-¿Y no te dolió?

 (Esa a mi no me pasa).

-

.

.

.

Problemas todo el mundo tiene. El problema es que hacer con el problema.

Un buen comienzo sería saber Griego, pero a falta de, bueno es recurrir a una enciclopedia. Allí nos encontraremos con que los griegos hace 3 mil años, fueron los que inventaron la palabra. La traducción literal de problema, era “pasar para adelante”.

Sabios como eran los griegos, ya desde aquella época sabían que los problemas no se resolvían. Eran apenas transferidos.

Por ejemplo: una fábrica de papel con problemas de costos, despide 50 funcionarios. Ella no resolvió el problema. Lo que la fábrica hizo, fue transferir el problema a los 50 funcionarios. Estos a su vez como van a andar cortos de dinero, van a gastar menos en el supermercado. Ahí el supermercado…

Algún tiempo después, el problema que se inició de la fábrica de papel, va a terminar reflejándose hasta en el precio de los bizcochos de chocolate.

Por eso un consejo: Si Usted está saliendo de su casa con un problema, haga lo que los griegos sugerían: Páselos adelante, lo que en el lenguaje empresarial, viene a ser: deléguelos. O también puede compartirlos, proponiendo la formación de una comisión para discutir el problema.

Muchas cosas irán a pasar mañana cuando llegue al trabajo, pero una será inevitable: alguien va intentar meterme un problema como regalo de griego, y  casi siempre empleando la famosa frase: 

-Esquizo…tenemos un problema!! 

Que es una manera plural de decir que un problema que no era mío… pasó a serlo.

Si les sucede eso, recuerden el consejo de alguien que ya hace mucho incorporó las enseñanzas milenaria de los griegos. Tenga la respuesta prontita, a flor de labios:

-No se preocupe, vamos a resolver ese problema inmediatamente. Vaya a hablar con Mengano!!

¡Pronto!

¿Fácil no?

La esencia de la gestión eficiente de los problemas, no es intentar solucionarlos, porque eso es imposible. Es descubrir rápidamente a quien transferírselos.

.

.



Detesto a Renata.
No es de ahora. Siempre me cayó mal. Desde chiquita.
Mis padres y mis hermanas la adoran.
Yo creo que ella también me detesta. Siempre tiene algo para corregirme. Que como me siento, que como tomo los cubiertos, que como me visto, que...Loparió que metiche!
Pero no piensen que se limita a comportarse así solo conmigo. Hasta a mi mamá le hace mudar la ropa, si a su gusto no combina todo bien.
Mi viejo poca bola le da. Pero también lo tiene domado.

-Renata...mañana me gustaría comer una “feijoada”.
-Lo siento, ya tengo todo para una carne a la panela. Además hace mucho calor para una feijoada!

Trabaja en casa desde mucho antes de yo nacer. Y desde que tengo memoria, siempre fue una déspota. Ni el marido la aguantó y le pidió el divorcio. Él si que es un santo.

Todo este preámbulo, viene a relación de que mi viejo mandó dar una reformada en la tumba del tío João. (Que no es tío sanguíneo, pero es “Tío João” desde siempre).
El primer albañil que comenzó la reforma falleció, y dejó el trabajo a medio terminar. El que tomó su lugar, cuando hicieron la reducción del cuerpo del tío, al ayudar a izar el féretro lo picó un escorpión y no quiso seguir el trabajo. El tercero, mi viejo me contó que la semana pasada le vino un ataque de locura y tuvieron que llevárselo con camisa de fuerza.
Dice mi padre que el viernes cuando llegó al cementerio, llevando las plaquitas de bronce para colocar en el panteón, los sepultureros se escondían por temor a que mi padre quisiera contratarlos.
El Administrador del cementerio le dijo medio en broma-medio en serio, que es mejor contratar un enemigo para terminar ese servicio, así se libraba de los dos problemas.
Mi viejo no es supersticioso para nada, pero comentó que él ni loco las colocaba, así que volvió con las plaquitas.
Le preguntó a Renata si no quería hacer el servicio. Ella dice que le va a pedir al ex-marido.

Me dio lástima, pero por el otro lado me pareció bien...
Pobrecito...!!!
Así nunca más va a tener que pasarle pensión a esa tirana.

.